Solo hace 4 días que nos dejastes y aun no podemos creer lo ocurrido.
El pasado 10 de enero, nuestro hermano en Cristo Francisco Sanromán Montero nos dejaba desamparados tras varios años de gran lucha.
Desde aquí no queremos seguir derramando lagrimas, sino mas bien recordar su sonrisa, su cariño, su amabilidad, su amistad y sobre todo, su amor hacia nuestra madre María Santísima de la Esperanza, aquella que siempre llevara en su corazón y que lo tendrá junto a ella en su gloria.
Por esos momentos tan felices que hemos vivido junto a ti, siempre te llevaremos con nosotros y siempre estarás presente en cada acto que lleve a cabo esta nuestra hermandad.
Que el Cristo de la Coronación de Espinas y Maria Santísima de la Esperanza estén siempre contigo y te tengan en la gloria, descansa en paz.